He de decir que la idea de éste blog fue la de ir poniendo sitios que me gustaron y que a la vez fuera como un faro para quien lo quisiera leer. Desde el primer momento he intentado que sea sincero y honesto, que lo bueno no siempre fuera caro y si lo era, que no fuera excesivo y fuera de lo mejor, vamos, un capricho o un placer. En ningún momento me he dejado llevar por lo que he oído sino por lo que he sentido y he vivido en el sitio o al degustar o probar el producto, por eso he decidido hacer esta entrada, digamos como aviso a navegantes. También he de decir que todas mis entradas se han caracterizado por ser escuetas y en la décima línea de ésta ya veo que va a ser la excepción. Para no extenderme vamos a empezar:
Si en algún momento he sentido que me han tomado el pelo o sorprendido de una forma desagradable ha sido en este hotel del que hasta el momento solo había oído alabanzas y maravillas. A la llegada (gracias al navegador del coche, porque sin él aún estaría dando vueltas por Paris) las apariencias me engañan, el trato agradable de las personas de recepción desentonan con una entrada oscura, toda de hormigón, el techo pintado de negro y escrito con tiza dibujos y frases un poquito chorras y rimbombantes, a mi espalda vitrinas en las que se ven artículos a la venta tan dispares como caretas de Batman, Spiderman o el libro de los penes, las cuquis (bragas) o las tetas gordas (en serio, palabra!!). Cuando me toca me atienden, me dan las llaves de la habitación y del parking y me obsequian con un billete de metro por cada día que va a ser mi estancia, algo extraño pero comprensible al estar el hotel a 10 kilómetros del centro…si, si, 10 kilómetros y la estación de metro más cercana a 15 minutos a buen paso y cuesta arriba. La habitación del hotel, ya tenia ganas de verla…¡¡¡sorpresa!!! debe ser una habitación Braille porque desde la puerta no se ve ni la cama...que coño la cama no te veias ni los pies y has de ir al tentón, cosa que digo en recepción y me responden diciendo que son así…”romanticas”. Es tan oscura que por la noche se me cayó la tapa del objetivo de la cámara al suelo y hasta el día siguiente no la encontré ya que aquello no era una habitación, era la cueva de Caco. El baño…un guariche de escasamente 3 metros cuadrados sin jabón ni nada, dos botecitos, uno de gel y otro de champú y si querías algo, como por ejemplo bastoncillos para los oídos, tenias que comprarlos en recepción y atentos, a euro el bastoncillo. Resumiendo, si eres un esnob que buscas un hotel que esté a tomar por saco del centro, cuyas habitaciones están patéticamente aisladas acústicamente, si buscas estar en una habitación que publicitan como habitación de lujo (ein?) a 299€ la noche desayuno no incluido, en la que si quieres ver has de ir con linterna, y si te lavas las manos no te queda jabón para ducharte, eso si, diseñada por Philippe Starck…reserva en el Mama Shelter, es tu hotel.
Ahhh el olorazo a Telepizza que ambienta este hotel es por la pizzería que hay tras las vitrinas de recepción, para que si llegas con hambre pruebes la exquisita cocina de este maravilloso hotel.
109 rue de Bagnolet
75020
Paris
http://www.mamashelter.com
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